Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 10 de septiembre. Con base
en la propuesta del ex-subsecretario de Gobierno, Luis E. Miranda Nava, de
suspender la “reforma educativa” en el estado de Chiapas, la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), procedió a bajar la propuesta
a sus bases para determinar si se aceptaba el ofrecimiento del gobierno y, de
este modo, retornar a las aulas. Sin embargo, de última hora, el gobierno
reculó una vez más, por lo que la Coordinadora decidió suspender la consulta
manteniendo el paro laboral y sus demandas.
De este hecho hay dos puntos a resaltar:
1- Es claro que, en el Estado mexicano, quien manda es la
clase empresarial (nacional e internacional); y quien gobierna en el gabinete
es la improvisación. No hay planes, no hay estrategias, no hay capacidad de
gobierno. Sólo improvisación. Es cierto, hay ideas y planes a muy corto plazo,
quizá bajo el supuesto de que la sociedad no tiene memoria. De este modo, hoy
ofrecen negociar, mañana dicen que no, y pasado mañana dicen que quién sabe, y
cada vez de formas más torpes. Es difícil no ver una burla a toda la sociedad
en este proceder.
Por otro lado, hay que hacer una diferenciación entre la
capacidad de planeación del gobierno y la del capital, que es quien realmente
manda, pues éste último parece seguir estrategias de mayor duración mientras
que los gobiernos apenas pueden planear dónde van a poner el pie para el
siguiente paso.
Si el Estado (no sólo el gobierno), planteó algún
ofrecimiento político al magisterio chiapaneco pensando sólo en radiografiar su
fuerza sabiendo que no iba a cumplir su ofrecimiento y, con base en su lectura
actuar, de una u otra forma, para liquidar el movimiento, parece que se
equivocó. Otra vez.
2- La CNTE volvió a dar una clase pública, masiva, colectiva
de democracia. Ante una oferta en lo obscurito (Que la CNTE hizo pública y no
fue desmentida por parte del gobierno sino hasta los últimos días), el
magisterio procedió de forma democrática: Bajando la propuesta a la base y que
ésta determinara el rumbo del movimiento. No sólo expuso una forma democrática
de actuar, también puso en evidencia la forma tramposa de proceder del
gobierno: negociar por debajo del agua y recular en público.
Esta lección que hoy vuelve a dar la CNTE viene de una escuela
más vieja aún y supone un aprendizaje que la misma Coordinadora ha tenido de
los pueblos originarios. El “mandar obedeciendo”, el “bajar en vez de subir”,
la consulta a las bases, son práctica común en las comunidades indígenas de
México y el mundo, y reconstruida magistralmente por el zapatismo. Así que, una
vez más, l@s maestr@s chiapanec@s han dado una clase, gratis, de democracia y
dignidad al gobierno y, aún, al magisterio nacional. inf. pozol.org
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